Por Andrea Gonbelt
Desde el muro de Facebook.
Algunos escriben, lo piensan, lo pintan. Otros usan Instagram y lo guardan en su memoria de 8G.
La melancolía viaja de los celulares a las redes sociales y estas, a los corazones de sus amigos que ponen un desquiciado y bien merecido 'like'. El móvil se volvió casi un cajón de recuerdos, un almanaque de parrandas y procesos de cocina, pero sobretodo, un medio de convivencia dado por el intercambio de imagenes, algunas, casi casi poéticas. Ciertamente los filtros retro han ayudado a que la 'fotografía celular' se desenvuelva sin pedirle nada a nadie, y aunque parece que sólo basta con oprimir un botón, también se trata de elegir buenos momentos, o caer en ellos por sorpresa, de esos que parecen existir sólo unas milésimas de segundo, y que si uno no se pone atento, se escapan.
Qué iba yo a saber, en mi Facebook tengo un millón de contactos melancólicos ansiosos de compartir.
Gracias a los que compartieron sin saber. Pawas López, Issa Villarreal, Andrés Aldape, Aquino, Luis Morales, Lila Sirena, Bety Villarreal, Diana Alvarez, Kiki Reptil, Luis Puente, Patricio Flores y Cindy Rosciano. ¡Tomen y tomen!
Según una encuesta realizada por mi, la mayoria de la gente le toma fotos a sus tazas sobre el escritorio de lo que parece una oficina. Esta es la vida.
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